Hagakure 葉隠; "Oculto bajo las Hojas"
The Sound of Footsteps on the Grass
sábado, 10 de noviembre de 2012
Sobre la justicia
lunes, 29 de octubre de 2012
Aokigahara, el bosque de los suicidas
Aokigahara (青木ヶ原), conocido también como el Mar de Árboles (樹海 Jukai), es un bosque de 35 km2 que se encuentra en la base del Monte Fuji en Japón.
Según la leyenda, en el bosque habitan algunos demo
nios de la mitología japonesa. Es un popular lugar donde la gente acude a suicidarse. En 2002, fueron encontrados 78 cadáveres aunque existen numerosas señales, en japonés y en inglés, instando a la gente a que reconsidere su decisión.
Debido a la densidad de árboles que bloquean el viento y la ausencia de fauna, el bosque es conocido por su tranquilidad.
El bosque es conocido por ser un popular lugar de suicidio en Japón, probablemente es el lugar del mundo donde más gente se ha suicidado después del puente Golden Gate de San Francisco.2 3 En el Japón feudal del siglo XIX, cuando las hambrunas y las epidemias azotaban a la población, las familias más pobres abandonaban a su suerte a los niños y a los ancianos que no podían alimentar (véase ubasute). Por este motivo, surgieron historias que afirmaban que el bosque estaba encantado por los fantasmas de los que allí murieron.4 Su fama como lugar de suicidio quizá se deba a que en 1960 se publicó la novela Nami no Tou de Seicho Matsumoto, en la que al final de la obra dos amantes se suicidan en el bosque. Además, en 1993 se publicó El completo manual del suicidio de Wataru Tsurumi, una guía para suicidarse donde recomienda este bosque como un lugar idóneo para quitarse la vida.
Desde la década de 1950, más de 500 personas han perdido sus vidas en el bosque, la mayoría por suicidio,3 con una media de edad de 30 años aproximadamente.5 En 2002 fueron encontrados 78 cadáveres en el bosque, remplazando el anterior récord de 1998 de 73,6 y en 2003 la tasa ascendió a 100 personas. Por este motivo, en los últimos años el gobierno local ha parado de dar a conocer el número de suicidios, en un intentó de detener la asociación de Aokigahara con el suicidio.4 La alta tasa de suicidios ha hecho que se designara a operarios para que colocasen carteles en el bosque, tanto en japonés como en inglés, con el fin de que aquellos que vayan con el propósito de suicidares busquen ayuda. Las batidas para la búsqueda de cuerpos se lleva realizando desde 1970.7 Unos 300 operarios se adentran anualmente en el bosque para localizar los cadáveres que no han sido encontrados por los visitantes y guardias forestales. Incluso la policía patrulla los alrededores en busca de posibles suicidas.
Un mito popular sobre el Aokigahara es que los yacimientos de hierro magnético que hay en el lugar hacen que las brújulas y los GPSs dejen de funcionar, provocando que los viajeros se pierdan.
Según la leyenda, en el bosque habitan algunos demo
nios de la mitología japonesa. Es un popular lugar donde la gente acude a suicidarse. En 2002, fueron encontrados 78 cadáveres aunque existen numerosas señales, en japonés y en inglés, instando a la gente a que reconsidere su decisión.
Debido a la densidad de árboles que bloquean el viento y la ausencia de fauna, el bosque es conocido por su tranquilidad.
El bosque es conocido por ser un popular lugar de suicidio en Japón, probablemente es el lugar del mundo donde más gente se ha suicidado después del puente Golden Gate de San Francisco.2 3 En el Japón feudal del siglo XIX, cuando las hambrunas y las epidemias azotaban a la población, las familias más pobres abandonaban a su suerte a los niños y a los ancianos que no podían alimentar (véase ubasute). Por este motivo, surgieron historias que afirmaban que el bosque estaba encantado por los fantasmas de los que allí murieron.4 Su fama como lugar de suicidio quizá se deba a que en 1960 se publicó la novela Nami no Tou de Seicho Matsumoto, en la que al final de la obra dos amantes se suicidan en el bosque. Además, en 1993 se publicó El completo manual del suicidio de Wataru Tsurumi, una guía para suicidarse donde recomienda este bosque como un lugar idóneo para quitarse la vida.
Desde la década de 1950, más de 500 personas han perdido sus vidas en el bosque, la mayoría por suicidio,3 con una media de edad de 30 años aproximadamente.5 En 2002 fueron encontrados 78 cadáveres en el bosque, remplazando el anterior récord de 1998 de 73,6 y en 2003 la tasa ascendió a 100 personas. Por este motivo, en los últimos años el gobierno local ha parado de dar a conocer el número de suicidios, en un intentó de detener la asociación de Aokigahara con el suicidio.4 La alta tasa de suicidios ha hecho que se designara a operarios para que colocasen carteles en el bosque, tanto en japonés como en inglés, con el fin de que aquellos que vayan con el propósito de suicidares busquen ayuda. Las batidas para la búsqueda de cuerpos se lleva realizando desde 1970.7 Unos 300 operarios se adentran anualmente en el bosque para localizar los cadáveres que no han sido encontrados por los visitantes y guardias forestales. Incluso la policía patrulla los alrededores en busca de posibles suicidas.
Un mito popular sobre el Aokigahara es que los yacimientos de hierro magnético que hay en el lugar hacen que las brújulas y los GPSs dejen de funcionar, provocando que los viajeros se pierdan.
lunes, 20 de agosto de 2012
Kinjuku tori hairu narai
El metal intenta integrarse con el fuego.
Los hombres intentan ajustarse a lo que dicen.
El pico de un ruiseñor no come nada de la flor,
pues no hace sino deleitarse con su delicado aroma.
domingo, 19 de agosto de 2012
Circunspección en las actividades cotidianas: Análisis general de los asuntos cotidianos
En el Libro de los cambios aparece escrito: "La gente lo utiliza a diario sin saberlo". En El justo medio se dice: "No hay que abandonar el Camino ni por un instante. Si puede abandonarse, entonces no es el camino".Todas las acciones de las personas de este mundo no se encuentran más allá. Lo llamo el Camino. Aunque no lo sé, Cielo y Tierra me dieron una forma física y me equiparon con razón para permitir su funcionamiento. En la antigüedad, los sabios sistematizaron la ética, definiendo reglas ineludibles. A pesar de que ahora no hay sabios, a lo largo de las eras la gente lo observó por sí misma, de forma que el Camino existió en todos sus usos cotidianos. El hecho de que el Camino haya degenerado de manera gradual a lo largo de las eras, y que las personas y las cosas hayan cambiado, se debe al alejamiento de este Camino.
No obstante, no hay nada que suceda independientemente del Camino. Desde esta perspectiva, desde la paz y la guerra, el florecimiento y el declive a gran escala, hasta los cambios y movimientos en un único suceso o cosa, no hay manera de alejarse de las leyes del Cielo y la Tierra. Los hombres nobles de carácter sólo hablan del Camino cuando han experimentado realmente lo que eso significa.
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Si se estudia a fondo estos principios, armonizándose con el Camino del que uno no puede apartarse, manteniendo las reglas del Cielo y la Tierra en todo lo que se hace, en todo lo que se dispone, con todo aquél que uno se encuentre, incluso estando sentado a solas, organizando todo con el Cielo y la Tierra como la encarnación de humanidad, puede denominarse la práctica cotidiana del hombre noble.
Los principios que estoy explicando no son nada remotos, pero sí ineludibles. En sus actividades cotidianas, todo el mundo dice que lo que le hace feliz es el Camino y que lo que le resulta ofensivo no es más que la codicia humana. ¿Pueden tomarse a la ligera las actividades cotidianas si sólo se dispone de esas dos alternativas?
No obstante, no hay nada que suceda independientemente del Camino. Desde esta perspectiva, desde la paz y la guerra, el florecimiento y el declive a gran escala, hasta los cambios y movimientos en un único suceso o cosa, no hay manera de alejarse de las leyes del Cielo y la Tierra. Los hombres nobles de carácter sólo hablan del Camino cuando han experimentado realmente lo que eso significa.
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Los principios que estoy explicando no son nada remotos, pero sí ineludibles. En sus actividades cotidianas, todo el mundo dice que lo que le hace feliz es el Camino y que lo que le resulta ofensivo no es más que la codicia humana. ¿Pueden tomarse a la ligera las actividades cotidianas si sólo se dispone de esas dos alternativas?
Soko, Yamaga. La Sabiduría del Samurai 'Libro I:
El Camino del Guerrero'. Barcelona: Kairôs, 2009.
Sobre la nostalgia del pasado
Los aires de las épocas no se pueden cambiar. El hecho de que el nivel sea cada vez más bajo se debe a que nos estamos acercando al fin del mundo. A lo largo de un año, ni es siempre primavera, ni es siempre verano. Lo mismo ocurre con el transcurso de un día.
Es por ello que no se puede hacer que el mundo actual vuelva a los buenos aires de hace cien años por mucho que se desee. Es por tanto importante, en cada época, guiar las cosas hacia un buen sentido. Es en esto en lo que se confunden las personas que añoran los aires de antaño, pues no lo comprenden.
Asimismo, los que piensan que sólo lo moderno es bueno y desprecian las cosas antiguas son personas irreflexivas que no distinguen lo esencial de lo trivial.
Hagakure 葉隠; "Oculto bajo las Hojas"
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